Estefania Galeano
Uno de los principios básicos en el desarrollo económico de
una población es La ley de la oferta y la demanda: consiste en un mercado libre
y competitivo que produce y comercializa de forma eficiente bienes y servicios.
La demanda es entendida entonces como la cantidad de
bienes o servicios que se desean en un determinado mercado a un precio
específico.
La demanda que un
consumidor tiene de un determinado producto o servicio puede estar influenciada
por un gran número de factores que determinarán la cantidad de producto
solicitado o, incluso, si éste tiene demanda o no.
Estos factores son: las preferencias del consumidor, sus
hábitos, la información que éste tiene sobre el producto por el cual se muestra
interesado, el tipo de bien en consideración y el poder de compra; es decir, la capacidad
económica del consumidor para pagar por el servicio, la utilidad o bienestar
que el bien le produzca, el precio y la existencia de un bien complementario. Estos
factores no son estáticos, pueden cambiar a través del tiempo o en un momento
determinado.
La ley de la
demanda indica que existe una relación inversa entre el precio y la cantidad
demandada de un bien durante un cierto periodo; es decir, si el precio de un
bien aumenta, la demanda por éste disminuye; por el contrario, si el precio del
bien disminuye, la demanda tenderá a subir (existen excepciones a esta ley,
dependiendo del bien del que se esté hablando).
Y la oferta se hace
referencia a la cantidad de bienes, productos o servicios que se ofrecen en un
mercado bajo unas determinadas condiciones. El precio es una de las condiciones
fundamentales que determina el nivel de oferta de un bien en un mercado.
La ley de la oferta
establece que, ante un aumento en el precio de un bien, la oferta que exista de
ese bien va a ser mayor; es decir, los productores de bienes y servicios
tendrán un incentivo mayor para ofrecer sus productos en el mercado durante un
periodo, puesto que obtendrán mayores ganancias al hacerlo.
En los mercados,
los compradores reflejan sus deseos en la demanda y los vendedores buscan
obtener ganancias al ofrecer productos que los consumidores o compradores estén
buscando. Esta demanda y oferta de mercancías actúan como fuerzas que permiten
determinar los precios con los cuales se intercambian las mercancías.
En el mes de marzo
en Colombia se aplica la Ley de la oferta y la demanda en el sector vivienda,
de forma que los precios de la vivienda incrementan por el fortalecimiento de
la demanda.
La buena oferta de
vivienda que hay en el país, se explica
por factores como: la inflación controlada que fortalece la compra, la
rentabilidad de la vivienda por su
valorización y el aumento de empleo que aunque no ha sido de manera totalmente
eficaz se está dando.
Otro ejemplo de
aplicación de la Ley de la oferta y la demanda es que nuestros profesionales
salen a buscar trabajo y se encuentran con que su título profesional no tiene
un mayor valor en el mercado laboral, para ejercer sus carreras deben tener
estudios especializados; en medio de la necesidad aceptan trabajos que no
tienen nada que ver con lo que estudiaron.
El negocio de la
finca raíz en Colombia es seguro y por este motivo los compradores le apuestan
a la compra de vivienda en el país. Aunque en algunos casos la oferta la esta
restringiendo el hecho de que no hay suelo urbanizable, como tampoco la
disposición de servicios públicos.
La
suerte del mercado inmobiliario está fortalecida y los precios se manejan por
la oferta y la demanda.